domingo, 14 de diciembre de 2008

Metal

Estoy harta de todo.
Estoy harta de dar y no recibir.
Quiero ser egoísta, pensar sólo en mí y que les den a los demás.
Dejar de ser "la niña buena" y empezar a ser la niña que pasa de todo y de todos.
Está claro que una persona sólo se tiene a sí misma. Cuando necesitas a alguien, si no le da la gana no estará para ti.
Y punto.
Más vale darse cuenta pronto. Y estar sola.

De tanto coger se lo llevaron todo. Y ahora ya no queda nada.
Sólo la certeza de la soledad absoluta y total. Y un regusto de amor amargo.
Sólo la sensación de ser un juguete, una diversión, algo que usar.

Iros a la mierda con vuestras frases hipócritas y vuestras órdenes disfrazadas de favores.
No sabeis leer el sufrimiento en los ojos ni en la voz. O no quereis hacerlo.
Mientras, me lanzais cuchillas diminutas que sustituyen la carne por metal. Frío e insensible.
Así quiero ser.
Metal.

Gritar

Gritar.
Eso es lo que me gustaría.
Gritarles a todos su desprecio a la cara.
Gritarles su indiferencia,
su maldad.
Deshacer la ira anudada en mi corazón.
Hacerlos desaparecer con un chasquido de dedos.
Tocarlos y que al hacerlo sientan lo mismo que yo.
Sientan un daño profundo.
Se les abra una herida mil veces abierta.
El dolor les aprisione el corazón hasta que les queme.
Se les enciendan los ojos en un crepitar de mil llamas ardientes.
La sangre les corra hirviendo por las venas hasta llegar al corazón herido.
Y que éste estalle.
Como estalla el mío.

Y que no salgan fuegos artificiales.


viernes, 12 de diciembre de 2008

El chico misterioso

A veces sueño contigo, chico misterioso
Te veo acercarte a mí, tus pasos resonando en un callejón oscuro
Yo te espero en silencio, bajo la luz de una farola
Oigo tus pasos y observo tu figura en la oscuridad, impaciente por ver al fin tu rostro
Entonces cuando estás a punto de llegar,
casi frente a mí,
estiro mi mano para tocarte, chico misterioso,
Y te vuelves humo

¿Quién eres?

Un paseo para recordar

Dios mío, es increíble lo que puedo llegar a llorar viendo una simple película... acabo de terminar de ver "un paseo para recordar" y, aunque ya la había visto antes, tengo los ojos como dos tomates y un nudo en el pecho. Es una película preciosa... hacía tiempo que no lloraba tanto y tan a gusto. Os la recomiendo para cuando tengais ganas de desahogaros.

jueves, 11 de diciembre de 2008

Lloré...

Esto es algo antiguo, que escribí hace mucho tiempo... si no recuerdo mal, hará unos 5 años o así (en mi época de desesperación adolescente) y siempre me ha encantado.


Lloré...
Llloré pensando en los fracasos,
en los corazones rotos,
en las almas en pena.
Lloré con la pena de quien ve su vida vacía,
con la pena de quien llora día tras día.
Lloré al miedo,
al futuro incierto,
a los desengaños y al dolor.
Lloré y lloré tanto,
que se me acabaron las lágrimas...
y entonces lloré con el corazón.

miércoles, 10 de diciembre de 2008

Estúpido

A veces el mundo te parece tan estúpido...
y también la gente.

Tú eres estúpido también. Porque no me ves. Porque no ves que yo soy tú. Que podría pasarme la vida entera mirándote dormir. Que podría llevarme toda la eternidad pasando mis dedos sobre tu piel. No ves que te quiero tanto que a veces me duele, y el dolor sale de mi cuerpo en forma de lágrimas invisibles. Que te echo de menos cada segundo que estoy sin ti. Que para sonreir sólo necesito ver tu sonrisa en mi memoria. Que no quiero nada. Sólo a ti.

Día de piloto automático

Otro día de esos...
En los que te apetece desaparecer
Dormir
Dejar que el tiempo pase y despertar sin recordar nada desagradable

Otro día de piloto automático

sábado, 6 de diciembre de 2008

Quisiera

Hoy es de esas veces que quieres algo
pero no lo quieres simplemente, sino que lo deseas, lo anhelas, lo necesitas...
y aún así, no sabes que es

Quisiera ser algo y quisiera ser nada
sombra y luz a la vez
ser reina y ser mendiga
alguien diferente pero igual a quien soy

Hoy es de esos días en que ves como la vida pasa, la gente cambia
y tu te ves parada, sentada al borde del camino viéndolos pasar veloces
y sin detenerse ni siquiera para mirarte

Quisiera dejar de sentirme estúpida
dejar de sentir que si no estuviera no cambiaría nada

Quisiera que alguien me dijese que he dejado una huella diminuta en su existencia
que, a veces, le vienen a la mente momentos que pasó conmigo y ríe o rompe a llorar

Quisiera dejar de sentirme rara, como una extraña metida en mi propia piel
mirarme al espejo y verme

Hoy me apetece gritar en silencio que existo, que estoy aquí, que por favor no me olvidéis como yo no os olvido
necesito que alguien se detenga y me recuerde sólo un instante, para seguir después con su maravillosa vida

Ahora soy sólo aire, que existe pero nadie lo ve

viernes, 5 de diciembre de 2008

Algo malo...

SADSAM: Tengo que tener algo malo... tengo que ser yo, no hay otra explicación.
ANGEL: Tu no tienes nada malo...
SADSAM: ¿No? entonces por qué todos huyen de mí. Todos se acercan, y cuando creo que estamos bien, que pueden ser lo que llevo buscando tanto tiempo, simplemente se van, hacen como que no existo.
ANGEL: No es eso... la vida cambia, las personas cambian. El tiempo y la distancia se encargan de alejarlas...
SADSAM: ¿y por qué a mi no me afecta el tiempo? ¿ni la distancia? yo sigo esperando algo de ellos... pero ellos... simplemente me olvidan. ¿Ya no recuerdan los buenos momentos? ¿las veces que les ayudé y me ayudaron? ¿las risas, los llantos, los abrazos, las palabras...? ¿es que para ellos nunca fui nada? Porque ellos para mi fueron tan importantes... mi vida está escrita a través de los momentos que compartí con ellos. ¿Cómo puede ser que ya no me recuerden? No entiendo nada... estoy sola... completa y absolutamente sola...
ANGEL: No estás sola, y lo sabes.
SADSAM: Pero tengo el corazón lleno de recuerdos... de gente que ya me olvidó. ¿Es que soy la única a la que le ocurre esto?
ANGEL: Eso es algo que ni los ángeles sabemos...
SADSAM: Me gustaría saber qué tengo que hacer. Solo dímelo y lo haré...
ANGEL: No puedo decirte qué tienes que hacer.
SADSAM: Entonces quizás la solución sea admitir que estaré sola para siempre. No me acercaré jamás a nadie. No volveré a esperar nada de nadie. Asumiré que no merezco lo que ansío, que no soy lo bastante buena para nadie... a veces ni siquiera para mí misma...

martes, 2 de diciembre de 2008

Silencio

¿A quién no le gustaría perderse en el silencio durante un momento al menos?

Que se pare el tiempo y puedas cerrar los ojos y ver cosas,

cosas que no ves cuando los tienes abiertos

como estar toda rodeada de verde,

oliendo la tierra,


escuchando el rumor del agua,

sintiendo en tu piel el frescor del aire,

sin pensar en nada.

lunes, 1 de diciembre de 2008

Que bien sienta...

Una buena conversación.
De estas que tienes con alguien con quien tienes confianza aunque no compartes muchas cosas, y en las que no se dice nada pero a la vez se dice todo...

domingo, 30 de noviembre de 2008

Sentirse así

Hacía tiempo que no me sentía así... me pasó una vez, a los 15 años más o menos. Con el tiempo y después de pensar mucho en ello llegué a la conclusión de que había tenido una depresión. Por lo visto son más comunes de lo que parece entre los adolescentes... recuerdo que llegaba del instituto y me metía en la cama. Salía de la cama para cenar, y después volvía a dormir hasta levantarme para ir a clase. Y así pasaba absolutamente todos los días. Recuerdo que una amiga venía a veces, me despertaba y casi me obligaba a hacer alguna cosa como hablar, jugar al tenis...


Ahora me siento igual. Solo me apetece meterme en la cama, taparme hasta la cabeza y dormir.


Durmiendo no piensas en nada, no tienes que hacer nada.


Le echo la culpa a la presión. Tengo que aprobar los dos exámenes que me quedan... y esa asignatura horrible que me tiene loca... si no lo hago seré una decepción para todos: mis padres, mi novio... para mí misma.


A veces pienso: joder, no es tan difícil... solo tienes que estudiar. Tienes tiempo. No tienes nada que hacer en todo el día, en toda la semana. Sólo estudiar. Y es verdad... no sé por qué evito estudiar, si no es para tanto... Quizás me da miedo terminar esta etapa de mi vida... ser oficialmente una adulta que tiene que trabajar para mantenerse, pagar facturas, llevar una casa y una pareja adelante...


Pienso que quizás si tuviera a alguien con quien hablar de esto... pero no hay nadie. Mis padres ni pensarlo... nunca hemos tenido ninguna conversación acerca de lo que yo pienso, siento, etc. solo conversaciones del tipo "qué tal te ha ido el día", "deberías hacer esto" o "vas a hacer esto". Mis hermanas no creo que me entiendan... una es una loca perdida que pasa absolutamente de todo y vive el presente sin pensar para nada en el futuro... y así le va... y la otra es demasiado egocéntrica y no-empática para comprender a los demás... no tengo amigos... solo gente con la que salgo y amigos que eran íntimos hace tiempo y que hace mucho que no hablo con ellos... Y mi novio... antes podía contar con él, pero ultimamente no puedo. Para nada. Es incluso peor que mis padres. Él solo me presiona, me presiona y me presiona. Se pasa el día diciéndome que estudie, que no hago nada, que siempre estoy perdiendo el tiempo... y ni siquiera puedo sacar el tema de que estoy mal, porque me corta enseguida para decirme que estudie y ya está. Así de fácil.


Por dios, yo sé que es fácil. Que son solo tres asignaturas. Que solo tengo que estudiar un poco todos los días y así me irá bien. Pero no sé por qué no puedo hacerlo. Todos los días me digo: hoy vas a estudiar. Pero siempre termino buscándome excusas para no hacerlo, y cuando me pongo a ello, duro dos segundos porque me agobio enseguida. A la vez que leo en mi cabeza rebotan las palabras: "no vas a aprobar", "esto es muy difícil", "nunca vas a conseguir meter todo esto en tu cabeza"... ya no sé qué hacer...


Supongo que seguiré intentándolo... espero que haberlo contado me ayude... ya que nadie parece querer oírme, supongo que vale con escribirlo...


En fin, si esperais que este blog sea de otra forma, no entreis en mi cabeza, porque es un lugar confuso, indeciso y bastante triste normalmente.


Os veo en mi cabeza.

lunes, 24 de noviembre de 2008

La impronta humana

Con cierto temblor, el caballero arrojó todo su peso contra la vieja puerta oxidada. Había atravesado numerosas dependencias del torreón hasta llegar a este último obstáculo en una búsqueda que había durado desde que él era capaz de recordar. Detrás de esa puerta, le dijo la voz que le acompañaba (y que no sabía si procedía de fuera o de dentro de él), se encuentran muchas de las respuestas que había estado buscando: quién era, cuál era su historia, qué puntos fuertes y débiles contenía el cuerpo en el que se encontraba y cuál podría ser su futuro. También había aprendido de esa voz que antes de poder encontrar respuestas a esas preguntas tendría que superar algún obstáculo situado más allá de la puerta. Cuando se enfrentara a ese obstáculo, uno de sus poderes se vería puesto a prueba hasta el máximo.

Se quedó muy sorprendido cuando la puerta se abrió fácilmente, revelando una cámara gigantesca y poco iluminada. Se trataba de una biblioteca, conteniendo legajos almacenados en estantes, que se extendían hacia el fondo, más allá de lo que su vista era capaz de alcanzar. Cerca había una mesa y sobre ella un trozo de papel y un lote de velas, una de ellas ya encendida. Junto a la biblioteca había una sala de menores dimensiones. En su interior una cama recién hecha y toda una serie de cajas llenas de alimentos en conserva, suficientes para mantener a un ser humano durante un plazo de tiempo indefinido.

Un sentimiento de inquietud y temor hizo al caballero volver a la biblioteca. Elevó cautelosamente su espada y su escudo y buscó durante algún tiempo entre las numerosas filas de estantes. No apareció ningún dragón ni monstruo semejante. Finalmente, tomó uno de los legajos y lo llevó hasta la mesa. Ni en la parte externa del legajo ni en los estantes había ninguna marca o señal que guiase su elección. Cuando lo abrió, descubrió que contenía caracteres para él desconocidos. No obstante, el papel contenía un esquema que le permitió traducirlos a su propio idioma. Desgraciadamente, el mensaje carecía de sentido. Estaba lleno de términos que no era capaz de entender con referencias a otros legajos de los que no se daba localización.

El caballero gritó con ira: - ¿Dónde están las respuestas que se me prometieron?

- En los legajos, por supuesto - le respondió la voz casi de inmediato.

- Pero entonces, ¿qué legajo debo leer? - preguntó el caballero desesperado.

- Todos ellos, todos ellos - fue la respuesta.

Entonces el caballero se dio cuenta de golpe de que la cualidad que se iba a ver sometida a prueba no era ni su rapidez ni su valentía, sino su paciencia.

Contempló de nuevo la inmensa sala anhelando poder enfrentarse a un dragón. La única respuesta fue un silencio intemporal. Con un profundo suspiro se quitó la armadura, la dejó en una esquina junto a sus armas y, tras sentarse lo más cómodamente que pudo, comenzó a descifrar el primer legajo.

El caballero nos representa a nosotros: a los seres humanos actualmente vivos y a los que han vivido hasta ahora. Su ignorancia es la nuestra...
ROBERT SAPHIRO "La impronta humana"